El gourmet solitario

Título: El gourmet solitario

Autores: Jiro Taniguchi y Masayuki Kusumi

Reseña hecha por : Iván Marcos  @ivanmarcos

La gastronomia es una de las cosas que disfrutamos ( o sufrimos ) cuando viajamos.  La comida es una necesidad básica, pero a la vez es una forma maravillosa que nos ayuda a disfrutar de la vida y  a conocer de primera mano la realidad de un país. Por todo ello, las diferentes cocinas del mundo  forman una riqueza cultural incuestionable  que va ligado con el patrimonio de la vida en nuestro planeta. Así que al viajar  conocemos no solamente lugares, también de forma conectada lo hacemos de la gastronomia de los diferentes países.

Hoy en día al estar en la época de la globalización resulta mucho más sencillo disfrutar de comidas del mundo en lugares alejados del país original. Pero muchas veces la propia esencia de estar en el lugar autóctono hace incomparable la experiencia. Algunos países como en el caso de la cocina japonesa tienen una serie de particularidades que la hacen especial y con unas características muy propias.

Llevaba tiempo con ganas de leer el presente cómic, se trata de una obra  referencia en ese amplio espectro que es la novela gráfica. El libro se define en Japón como un manga gastronómico, algo que aquí suena extraño, pero que en el país del sol naciente es algo muy normal. A lo largo de las páginas del libro vamos saboreando diversos platos de la rica comida japonesa, y lo hacemos de una forma muy especial, a través de las vida diaria de un personaje muy peculiar.

El protagonista nos lleva de viaje a un plato característico  en cada capítulo. Y el viaje lo hacemos por numerosas zonas de Japón, aunque el principal lugar es Tokio. Las historias aparecen de forma sencilla de tal manera que cada capítulo es independiente y viene definido por un plato en un restaurante determinado. Viajamos por tanto a la riqueza gastronómica de Japón, pero también lo hacemos de forma directa a la vida real de ciertos lugares y a muchas de las tradiciones, pero todo ello a partir de la comida.

Tenemos en el libro muchos restaurantes populares y de barrio, lugares donde los japoneses comen, tanto al salir del trabajo como por simple ocio. El protagonista nos va mostrando sus preferencias y gustos , pero sobre todo una innata curiosidad y disfrute  con la comida. La novela gráfica hace que uno aprecia los platos de forma directa sin necesidad de imaginarlos. A lo largo del libro se nos hace la boca agua y nos incita a poder viajar a Japón de la mano de su riqueza culinaria.

Sin duda estamos ante una referencia en el arte de contar una historia por medio de la comida. Una fantástica combinación que acopla de forma increíble la gastronomia con el turismo y la realidad de un lugar. Un libro que nos lleva de lleno a Japón y a disfrutar con su cultura, sus gentes y su genial comida.